Ep.5 Quebrantados

Esa mañana, tras todo lo acontecido en el eclipse, llegaban los lobos a casa… Se suponía que llegarían victoriosos, alegres, que festejarían su triunfo con alguna cacería típica en la manada, comerían y beberían durante días…

Viggo estaba junto con John esperando, mientras éste le contaba al “novato” lo bien que lo iban a pasar cazando juntos, que al fin vería el lado bueno a ser un licántropo…

Sin embargo, al horizonte, y con la luz del alba clavándose en sus ojos, podían distinguir a la manada acercándose… Podían ver que llegaban menos de los que fueron…

Desnudos y ensangrentados, andaban con la cabeza baja, pues no había triunfo que celebrar, no festejarían durante días… Entre los supervivientes, podían ver cómo Elías cargaba a Rory, malherida y sin conocimiento… Y al final de todos, un alfa devastado guardando distancia con el resto de la manada, pues, por su cuerpo corría una enorme culpa y furia, mucha furia…

El semblante de Viggo y John cambiaron por completo al verlos entrar uno a uno a la casa… Incapaces de vocalizar ni preguntar qué había ocurrido, solo podían echarse las manos a la cabeza…

Elías dejó cuidadosamente a Rory en la habitación, él mismo se puso algo de ropa, y automáticamente, agarró una cubeta con agua y empezó a lavar con mucho cuidado a su loba para luego vestirla y dejarla allí reposando, y él, a su lado, inmóvil, esperando un milagro…

Los demás fueron a asearse y vestirse. En el salón principal quedaron John y Viggo, pues Cassian bajó al sótano sin decir nada… Desde la sala, callados, podían escuchar cómo el gran lobo empezó a golpear las paredes, a tirar y romper muebles, mientras gritaba como un loco para sí mismo maldiciendo una y mil veces a los vampiros durante más de una hora…

Tanto fue su demora, que al resto de la manada les dio tiempo de sobra de reunirse, una vez limpios, en el salón junto con John y Viggo…

-“¡¿Qué coño ha pasado?!”- preguntaba Viggo sorprendido y mosqueado

-“Eran muy fuertes…”- respondía Lou cabizbajo

-“Pero… ¿Y Greg?... Se suponía que iba a ayudaros con los vampiros… ¿Ha caído?”- continuaba Viggo sin lograr de entender aun que había pasado…

-“¿¿¡¡Greg??!! -exclamó Rudy- Ese miserable mató al mayor que quería y se largó dejándonos solos y a merced de los chupasangre…”

John los observaba atónito, sin mediar palabra; Viggo por su parte tras saber lo que hizo Greg se echaba las manos a la cabeza…

-“Tendría que haber ido yo también, seguro que en algo os hubiera ayudado…” -dijo el rubio resoplando indignado…

-“Claro… Tú hubieras hecho mucho…-respondió Rudy- La suerte que tienes es que eres el favorito de Cassian, su ojito derecho… Por eso tú estás aquí vivo y León muerto…”

Automáticamente, Rudy y Viggo se encararon diciéndose cosas que realmente no pensaban, pero la tensión del momento les hizo estallar… Mientras, Lou estaba en medio intentando calmar un poco las aguas entre ambos lobos…

En ese momento, se dejaron de escuchar gritos y ruidos del sótano, y ante ellos se presentó un alfa con un semblante muy enfurecido… Su sola presencia hizo que los lobos se alejasen entre ellos y dejaran la disputa a un lado…

Sin decir absolutamente nada, en el mismo lavabo de la cocina se quitó la sangre, agarró un pantalón y fue a la habitación donde se encontraban Elías y Rory. El resto de la manada lo siguió hasta la habitación.

-“¿Cómo está?”-preguntó muy serio

-“Igual…-dijo Elías con una tristeza indescriptible- No cicatriza…”

Cassian se echó las manos a la cabeza y tras un breve silencio dijo:

-“Necesita alimentarse, necesita sangre… Rudy, búscale alimento, la primera presa que veas… ¡rápido!- el lobo obedeció y salió corriendo- Los demás, miradnos, hemos sufrido bajas, pero Rory no será una de ellas, lo juro… Y nuestra manada volverá a ser lo que era, vamos a resurgir de la nada más fuertes que nunca, y para eso necesitamos ser más… Así que vamos a salir, y vamos a traer a toda persona fuerte que veamos, los convertiremos hasta ir aumentando en número y volver a ser una gran manada capaz de enfrentar a nuestros enemigos…”

-“Te ha quedado un discurso precioso Cassian,-dijo Elías sin quitar la vista de su loba- pero se te olvida lo más esencial… nuestro mordisco es letal para la gran mayoría de humanos, no solo no sobreviven por las profundas heridas que se les ocasionan, sino que nosotros como especie transmitimos un gran número de enfermedades mortales para la especie humana… Vas a traer a cuantos… ¿cincuenta hombres? ¿Para al final convertir a uno?... Eso atraería a los cazadores…”

-“Mira a John… -continuó Cassian- sobrevivió… Porque es fuerte, genéticamente compatible… El lobo lo eligió, lo sabes de sobra Elías… Y si para que nuestra manada tenga que volver a brillar cómo antaño tengo que matar a miles de personas, lo haré… Que no te quepa ninguna duda.”

-“Podemos volver a coger niños Cassian… Nos llevaría mucho más tiempo, pero el mezclar nuestra sangre con la de ellos a lo largo de los años inmuniza a la gran mayoría y los prepara para el mordisco cuando alcanzan la madurez física…”-contestó Elías mientras Viggo y Lou se miraban entre ellos melancólicos, recordando lo que ese procedimiento suponía y lo doloroso que era.

-“¡No tenemos años!”-exclamó el alfa

Un profundo silencio abarcó toda la habitación tras el grito de Cassian, nadie era capaz de llevar la contra al gran lobo, así pues, la orden era clara, buscar personas grandes y fuertes para tratar de convertirlas de una forma rápida y así, aumentar la manada de una especie casi extinta…