Caminaron durante largo tiempo, bajo el sol del profundo otoño en el que se encontraban. Al principio, John era arrastrado y obligado a seguir el camino, pero, finalmente, aceptó que no tenÃa escapatoria, y continuó por su propio pie.
Al fin llegaron. Ante ellos, una verja electrificada de casi cuatro metros de alto, y tras ella, el resto de la manada esperando.
-"Esto es... ¿Una jaula?"- preguntó John confuso, desorientado, y atónito ante lo que tenÃa delante
-"¿Esperabas otra cosa?"-le contestó ElÃas mientras lo miraba y empujaba hacia dentro
Entraron en la casa, dejando cerrada la verja exterior, y todos rodearon al nuevo lobo, curiosos, pues no se esperaban que pudiera ser posible, no fuera de la luna llena. John los miraba a todos, confuso. PodÃa sentir a cada uno de los lobos que habitaba en cada cuerpo. Una parte de él, no entendÃa nada, tenÃa miedo, tantas miradas clavadas en su persona era algo que le abrumaba; sin embargo, otra parte de su ser, se sentÃa como en casa, rodeado de los suyos. Cassian, el alfa, sintió la incomodidad del nuevo y rompió el silencio inicial.
-"Todos sabemos como te sientes, y seguramente pienses que ésto es una cárcel. Sin embargo, no podemos permitir que se caze sin control, eso solo atrae más muerte. Somos los que ves, y, a partir de ahora, esta es tu familia, tu manada. Deja que te los presente:
A ElÃas ya lo conoces, él es nuestro beta, el segundo al mando, y tras de mÃ, el más fuerte de la manada. Él te entrenará como es debido.
Rudy, se podÃa decir que es el informático del grupo, siempre anda pegado al ordenador... Rory, nuestra única mujer loba. Que no te engañe su tamaño, podrÃa arrancarte la cabeza de un solo zarpazo.
León, y como su propio nombre indica, cuidado, tiene malas pulgas.
Y finalmente, Viggo, al cual ya conoces, y Lou, inseparables.
Y por supuesto yo, Cassian, el alfa."
John los miraba, sin decir nada, pero... ¿qué podÃa decir?
-"Tranquilo chico, -continuó Cassian- el aturdimiento inicial es normal, toca adaptarse."
-"Si se ha transformado, habrá comido, hay que limpiar la zona para evitar posibles rastreos..."-le dijo Rory a Cassian
-"Tranquila, nos hemos encargado de eso esta mañana..."-respondió el alfa
-"¿Os referÃs a mis tÃos? ¿Qué habéis hecho con ellos?"-replicó John
-"¿Te acuerdas de ellos ahora? Flipante..."-se cachondeó Lou al mismo tiempo que recibÃa un golpe de parte de Viggo para que se callara
-"Toca mirar al futuro, chico, -dijo Cassian para zanjar el tema- nada bueno te espera si te estancas en acciones que se han escapado de tus manos, y si te dejas, nosotros te enseñaremos a ser uno con tu lobo, a controlarlo, a evitar que algo asà pueda suceder otra vez. Pero de momento, irás al bunker con Viggo, allà estarás más controlado que aquÃ. Los demás, a vuestras cosas, esta tarde volvemos al trabajo como de costumbre. Viggo, hablemos tú y yo a solas un momento."
Ambos lobos se retiraron a otra parte de la casa para hablar.
-"Como ya has escuchado,-comenzó Cassian- he pensado en ti para entrar en el búnker, a modo distracción. Sé que aún sientes la muerte de Ryan, pero sabes que no quedará en el olvido."
-"DeberÃamos dejar al nuevo encerrado, e ir todos a darle caza al maldito chupasangre que lo mató. Era de los nuestros... Mi hermano... No andará lejos, estará en algún agujero escondido."
-"La paciencia, hijo mÃo, es nuestra mejor arma en estos momentos. Tenemos un plan con los vampiros, ciñámonos a él. Además, está la chica, la vigilaremos, si es la comida de una de esas babosas, lo cazaremos. -Viggo agachó la cabeza resignado, y Cassian continuó- Me duele más que a ninguno la pérdida de Ryan, soy vuestro padre, yo os he criado y os he convertido, pero no sabemos si el asesino es un vampiro solitario, o un clan entero, y no voy a correr más riesgos... Ahora, coge al nuevo y llévalo al búnker."
Y asà hizo. Junto con John, se transladaron al búnker.
-"Menudo estercolero..."-dijo el nuevo asqueado
-"Mira, pijo..."
-"John, me llamo John."
-"Pues John, adaptate, mientras no controles a la bestia, éste será tu nuevo hogar..."
-"Viggo, las marcas del cuello de Tecna, ¿sabes de qué son?"
-"Arrggg...-gruñó el rubio- Son de un maldito chupasangre, vampiro.."
-"¿Y cómo puedo matarlo?"
-"Esa es la actitud, John... Pero primero, entrena, domina al lobo, hazte fuerte, luego, será todo tuyo..."
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El dÃa trancurrió con normalidad para los licántropos, pero, enseguida, la noche cerró el bonito dÃa otoñal. Agatha caminó por los pasillos de la mansión, hasta llegar al despacho donde se encontraba su amo, y llamó a la puerta.
-"¡Adelante!"-gritó Theodor desde su cómodo asiento
-"Mi señor, ha llegado un hombre, pregunta por ti, te espera en el salón."
Theodor la miró extrañado, pero sin dar muchas más vueltas, se levantó, y se acercó a la pelirroja.
-"Perfecto...-le dijo mientras la miraba y toqueteaba su pelo con sus dedos- El pelo asÃ, semirecogido, te queda bien..."-le sonrió, y la dejó atrás, saliendo por la puerta dirección al salón.
Agatha, quedó sorprendida por tanta amabilidad repentina, pero, sin embargo, no podÃa evitar sonreir. Salió de allÃ, y tras ella, Godfrey.
-"Asà que esto es lo que buscabas, ¿no? ¿Crees que vas a enamorar a quién no ha conocido el amor en su puta vida? Eres patética..."
-"¡A mi no me hables asÃ, Godfrey! ¿Quieres que hablemos de quién es más petético de los dos? ¿Quieres contarme a qué vas cada noche solo?"
-"Mira, Agatha, hazte un favor, recoge tus cosas y vete de aquÃ. No tienes vÃnculo de creador, sal de la mierda dónde te estas metiendo, por tu bien."-asà dijo, y abandonó la sala, dejando a la pelirroja sola, envuelta en un mar de dudas
Mientras, en el salón principal, un hombre alto, de cabello negro y largo, aguardaba de espaldas al señor de la casa.
-"Cuando me han dicho que alguien me esperaba, debà haber imaginado que eras tú.-dijo Theodor- No he notado tu presencia, entiendo que te ocultas bajo hechizos..."
-"¿Crees que eres el único que se relaciona con brujas?-dijo Petar, dándose la vuelta y dejando ver su rostro- ¿Qué dirÃa tu padre si viera la pocilga donde vives?"
-"Si has venido a tocarme los cojones, Petar, dejo la amabilidad a un lado..."
-"Qué pena que no te criara tu padre cuando empezaste a desviarte del camino, te habrÃa quemado alguna extremidad al sol para meterte en vereda."
-"Si... Qué pena...-dijo Theodor a modo de cachondeo- DedÃcate a dar lecciones a tu hija, y a mi, déjame en paz... ¿A qué has venido?"-le preguntó finalmente serio y desafiante
-"Precisamente de mi hija he venido a hablarte. Voy a ofrecerla en el eclipse, ya es adulta para ello, y siendo yo, el único vástago con vida de tu padre, nuestras familias podrÃan unirse, manteniendo asà un linaje limpio y puro."
-"¿Me estás ofreciendo a tu hija como mujer?"-pregutó Theodor
-"Te estoy ofreciendo continuar con tu linaje, Theodor."
Theodor lo miró fijamente, la conversación no le estaba gustando nada, le incomodaba, de hecho, la reunión en el eclipse de los altos vampiros era para emparejarse, lo sabÃa de sobra, pero no habÃa sido consciente de ello hasta ahora, no estaba preparado, no querÃa ese cambio en su vida... Pero no podÃa quedarse callado tampoco...
-"Espero que tu hija no se parezca a ti, porque si mientras me la follo voy a estar viendo tu puta cara..."
-"¡MALDITA ESCORIA DESAGRADECIDA! Cuida bien tus palabras, porque no eres tu padre, jamás serás como él. Djall nunca habrÃa permitido ese lenguaje asqueroso en su hijo... MÃrate, en que lo que podrÃas haber sido, y en lo que te has convertido..."
-"¿¡Has venido a mi casa a insultarme?! -gritó Theodor- Porque jamás he querido ser como mi padre, ni parecerme siquiera... Asà que, te aconsejo, viejo, que dejes de ponerme a prueba, por tu bien..."
Petar se acercó aún más a él, ni un palmo lo distanciaba de su cara, y le dijo desafiante:
-"Hazte con el poder que tenÃa Djall, busca a tu vástago más fuerte, y cumple con el deber de preservar nuestro linaje."
En ese preciso instante, a lo lejos, Agatha cruzó el pasillo central para llegar a la otra ala de la casa, Theodor no puedo evitar mirarla de reojo, y el mayor, se percató de ese detalle:
-"Y deja de recoger escoria de la calle..."-le dijo
-"Lárgate de mi casa antes de que te arranque la cabeza..."
Y asà hizo. Theodor se quedó sólo, en mitad del salón, dando vueltas a toda la conversación que habÃa tenido con Petar. Se echaba las manos a la cabeza constantemente. Miró el reloj, apenas eran las once de la noche, aún tenÃan por delante bastantes horas de oscuridad.
-"¡GODFREY!-gritó, y la respuesta fue casi inmediata, pues el rubio estaba frente a él en un pestañear- ¡Prepárate! Nos vamos a buscar a alguien..."
Éste asintió, y ambos salieron dirección al coche. Tras poco más de una hora, cruzaron la frontera con Suiza, y se plantaron en Henford Bagley. Delante de ellos, en la cima de una de las colinas más altas de aquel pueblo, lo que en apariencia era una casa abandonada. Entraron forzando un poco la cerradura, pero sin llegar a romperla, no habÃa nadie dentro.
-"No hay nadie..."-dijo Godfrey tras revisar todas las habitaciones
-"Vendrá..."-le contestó Theodor mientras tomaba asiento y se ponÃa cómodo
Pasaron unos minutos, cuando unos cautelosos pasos se acercaban, y, lentamente, alguien abrió la puerta exterior. Theodor, de espaldas a la puerta, podÃa sentir quién era, estaba tranquilo, Godfrey, en cambio, cambió su actitud y se puso a la defensiva.
-"¿Qué hacéis vosotros en mi casa?"-preguntó aquella tercera persona
-"¿Porqué no dejas de darme la espalda y te acercas, Miguel?"-dijo Theodor, aún sentado comodamente
-"No me llames asÃ... "
-"¿Y cómo pretendes que te llame, si no es por tu puto nombre, Miguel? Que te acerques te he dicho."-ordenó, y él obedeció, dejándose ver, cubierto de sangre, poniéndose delante de Theodor- "¿Pensabas que nunca volverÃa a por ti?"
-"No sé qué haces aquÃ... Estoy desvinculado de ti, no deberÃas haberme encontrado..."
Theodor se echó a reir mirándolo fijamente, y cuando paró, su gesto retomó la misma seriedad del principio.
-"Madre mÃa qué paciencia tengo a veces...- dijo, e inmediatamente se levantó encarando a Miguel- ¡Y una mierda te has desvinculado de mÃ! Saliste de mi casa porque yo asà lo decidÃ!"
-"No... No.... -dijo Miguel intentando analizar la situación- Llevo casi doscientos años viviendo mi vida, lejos de vosotros... Marchaos de mi casa, ahora."
-"¿Llamas casa a este basurero?"- replicó Godfrey con cierto desprecio
-"¡Cierra la puta boca, mono de feria!- le gritó Miguel a Godfrey- O mejor aún, tengo ganas de arrancarte la cabeza desde que te conozco... Igual es un buen momento..."
-"¿Igual que hiciste con los demás?-le respondió el rubio encarándolo, ante la atenta mirada de su rival, dejando atrás a Theodor- ¿Pensabas de verdad que no lo sabrÃamos? ¿Pensabas que el dolor que causaste a tu creador en ese momento, quitando la vida de tus *hermanos*, no serÃa motivo suficiente para dejarte marchar?"
-"Y me faltó uno..."-le dijo Miguel, mientras en un ataque de ira lo agarraba del cuello, asfixiándolo lentamente, clavando sus uñas sobre su blanca piel
En ese momento, tras visionar un posible desenlace, nada favorable para ninguno, Theodor elevó sus manos, agachó la cabeza, y miró a sus vástagos. No necesitó palabras, pues su propio gesto, acompañado de la tormenta del momento, fue suficiente para separar a ambos de una muerte.
Tanto Godfrey, como Miguel, quedaron envueltos en esa orden silenciosa, ejercida por su amo, y con la cabeza baja, no tenÃan más remedio que obedecer.
-"¿Te das cuenta, Miguel? -dijo Theodor con un claro cabreo-Sigues bajo el flujo de mis alas, me obedeces, eres mÃo.- Miguel miraba a Theodor, incrédulo, si de verdad estuviera desvinculado, como él pensaba, jamás habrÃa obedecido esa orden, sin embargo, lo hizo, una vez más, le tocaba servir a su señor- No os dais cuenta,-continuó Theodor más calmado- ambos sois mi creación, me duele veros pelear. Sois mi familia, os quiero más de lo que jamás querrÃa a un hijo propio... Nos vamos, ahora. Miguel, quÃtate la sangre, debemos celebrar que la familia vuelve a estar junta."
Tras la orden final, no le quedó otra al vampiro que obedecer. Pasaron unos minutos y cogieron el coche. Acabaron en un antro de carretera, lo suficientemente cerca para que el sol no les sorprenda, pero lo necesariamente lejos para que no los vinculen a nada desagradable.
Una vez dentro, Miguel se fue a la barra, a la par que Theodor, y Godfrey se quedo junto a un grupo de chicas que habÃan en una mesa.
Theodor sacó un paquete de Mallboro, se encendió un cigarro, y ofreció otro a Miguel. Éste lo acepto, y, entre calada y calada, les sirvieron un par de vasos de whiskey.
-"MÃralo,-comezó Theodor a hablar- acabamos de llegar y ya está rodeado de mujeres. A veces pienso que lleva con imán o algo...-tomó un largo trago al vaso, dejando este vacÃo, e hizo un gesto al camarero para que le rellenaran- No voy a volver a permitir ninguna falta de respeto entre ambos, Miguel, estás avisado..."
-"Que ya no me llamo asÃ, te lo he dicho antes..."
-"Vaya... ¿Y cómo he de llamarte ahora, Miguel?"
-"Trevor..."-dijo dando una calada al cigarro
-"Trevor...-susurró Theodor mientras volvÃa a dar un trago a su vaso- Mira, Miguel, no me toques más los cojones con tu puto nombre. -dio una calada y continuó- ¿Porqué ibas cubierto de sangre?"
-"Di caza a un lobo que se acercó de más a mi territorio..."
-"¿¡Un lobo?! ¡¿Cómo es posible?! ¡No estamos en luna llena! Además, no se ven lobos desde la última batalla con ellos, ¡los masacremos...!"-expresó Theodor
-"Pues sobrevivieron...- le contestó Miguel tranquilo- De hecho tengo localizada a la manada, son muy pocos, y... -rodó los ojos mirando a su amo de reojo- Han aprendido a convertirse en cualquier fase lunar..."
-"¿¡Y no se te ha pasado por esa puta cabeza que tienes, decÃrmelo antes?! Esos chuchos han matado a muchos de los nuestros, no merecen menos que ser aniquilados..."
-"Porque hasta ahora los he tenido controlados, es mi territorio."-dijo Miguel terminándose el whiskey de un trago
A la barra en ese momento se acercaron dos jóvenes, de no más de veinticinco años, Theodor y Miguel seguÃan hablando, pero los humanos no les quitaban los ojos de encima, hasta que, finalmente, Theodor se cansó de aquellas miradas, acompañadas por risas bajo mano...
-"¿Qué te parece, Miguel? La cena, una vez más, viniendo a nosotros...-Miguel los miró y sonrió a su amo- Y vosotros... ¿Qué mirais tanto?"-los humanos dejaron el cachondeo, no se esperaban esa pregunta directa hacia ellos- Igual os apetece pasar un buen rato, vereis las risas de verdad..."-Theodor sonrió, se bebió de un trago lo que le quedaba en el vaso, y apagó el cigarro en el metal de la barra
Aquellos humanos, en un abrir y cerrar de ojos, se encontraban en una habitación de aquel garito, agonizantes y desnudos, uno sobre otro, cubiertos de un gran charco de sangre, sangre procedente de sus propios cuerpos. Y, junto a ellos, el grupo de chicas que estaban con Godfrey.
Una de ellas, se arrastraba pidiendo ayuda por el suelo de la habitación, mientras veÃa, de forma ya borrosa, su propia sangre caer...
-"Si consigues salir por esa puerta eres libre, rubia."-le dijo Miguel, el cual se encontraba frente a ella, cubierto de sangre, por el festÃn que se estaban dando, y, al igual que todos, desnudo
-"Mátala ya, Miguel, no la dejes agonizando asÃ...-dijo Godfrey desde la otra punta de la habitación, mientras iba recogiendo todo- Theodor, deberÃamos irnos ya... "
Le decÃa el rubio a su amo, pero éste, embriagado por el dulce sabor de la sangre fresca, rodeado de cuerpos sin vida, excitado por el momento, tan sólo escuchaba su nombre en la lejanÃa...